El pasado viernes 14 de septiembre, Ammar realizó una mesa sobre la ley para regular el trabajo sexual autónomo en la Facultad de Sociales de la UBA. A pesar del paro de los docentes universitarios y de la ausencia de los panelistas Hugo Yasky y Martín Sabbatella, la actividad se llevó a cabo igual y resultó muy enriquecedora porque varios de los presentes se mostraron interesados y realizaron consultas y sugerencias en relación al proyecto de ley.
Elena Reynaga, fundadora y actual asesora de ammar, inició la charla contado la historia de ammar, ya que entre los presentes, se encontraban varios estudiantes que no conocían la lucha que ammar viene dando desde hace 18 años.
Por otro lado, Carolina Justo Von Lurzer, docente de la facultad e investigadora del Instituto Gino Germani, expuso sobre las políticas antitratas que se están llevando a cabo en la actualidad y que lejos de combatir la trata de personas, perjudican y clandestinizan más a las trabajadoras sexuales, entre ellas el decreto 936, que prohíbe los avisos de oferta sexual. Específicamente esta medida perjudicó a las compañeras, ya que las obligó a tener que publicar sus avisos en otros rubros, como el de solas y solos, donde les sale mucho mas caros y publican menos lineas, o los sitios de internet donde antes eran gratuitos y ahora son todos pagos.
Entre los participantes, estaban varios compañeros de la CTA, representantes del área de Relaciones Institucionales del Senado de la Nación, estudiantes universitario, compañeras trabajadoras sexuales, y representantes de organizaciones civiles.
La actividad contó también con el apoyo de la vicedecana de la facultad, la licenciada Adriana Clemente, que expresó su apoyo a ammar y ofreció el espacio para organizar futuros encuentros.
“El objetivo de la actividad era poder ir al encuentro de los jóvenes para que nos conozcan, porque sabemos que son ellos nuestros representantes en el futuro y están mas abiertos a dar estos tipos de debates, que muchas veces genera en la sociedad mucho ruido. Pero confiamos en que los jóvenes puedan ayudarnos a difundir y a concientizar de que el trabajo sexual no es igual a trata de persona, y que ejercido por personas mayores de edad y de manera voluntaria, es un trabajo tan digno como cualquier otro, como el doméstico, el cartonero o el que labura en una fábrica”, sostuvo Georgina Orellano, dirigenta de ammar nacional.