(Buenos Aires 24/01/11) El próximo 27 de enero se cumplen 7 años desde que asesinaron a nuestra compañera Sandra Cabrera en Rosario. Sandra era una mujer Trabajadora Sexual, militante, dirigente y fundadora de AMMAR en Rosario. Denunció la complicidad policial en casos de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes y el cobro de coimas a trabajadoras sexuales. Fue amenazada, perseguida, castigada... Mas de una docena de denuncias no sirvieron de nada. Lejos de protegerla, la justicia dio vía libre para que la asesinaran de un balazo en la cabeza una madrugada en la que había salido a trabajar. Como si eso fuera poco, su asesino hoy camina por las calles.
A siete años de su asesinato
DENUNCIAMOS:
EL DE SANDRA FUE UN CRIMEN POLITICO
El de Sandra fue un crimen político y no un crimen “pasional” como quiso dar a entender la justicia. En primer lugar porque Sandra denunció la mafia policial, la trata de personas, el narcotráfico y fue por eso que la persiguieron y la hostigaron hasta matarla. En segundo lugar porque no hay nada de pasional en ningún asesinato. En nombre de la pasión, miles de mujeres siguen siendo asesinadas año a año; el feminicidio es un problema social y no de puertas adentro y constituye un flagelo mundial con proporciones de epidemia.
SU ASESINO, CÓMPLICE Y ENCUBRIDORES ESTÁN LIBRES
La justicia nunca investigó los vínculos entre policías federales y provinciales y dueños de boliches. Sabemos que su asesino está suelto y nunca pagará por el crimen de Sandra. Pero también sabemos que hay muchas mas personas involucradas y pretendemos que todos y cada uno de los que hicieron posible su asesinato sean juzgados y castigados; desde policías cómplices y encubridores, hasta el poder judicial y político que ampara la mafia policial.
Los testimonios que aportaron a la causa sus compañeras de trabajo, fueron desestimados por la Justicia por tratarse de trabajadoras sexuales. El Estado tiene el DEBER de conducir las investigaciones de manera imparcial, libre de tendencias y con apego al principio de la no discriminación. Si no lo hace, el Estado es también cómplice por acción y omisión.
DESDE AMMAR EXIGIMOS
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES, CÓMPLICES Y ENCUBRIDORES DEL ASESINATO DE SANDRA.
BASTA DE DISCRIMINACIÓN EN LAS DECISIONES JUDICIALES
QUE LA JUSTICIA DEMUESTRE DECIDIDA VOLUNTAD DE COMBATIR A LAS MAFIAS QUE MANEJAN EL NEGOCIO DE LA PROSTITUCIÓN Y EL NARCOTRÁFICO EN LA ZONA DE LA TERMINAL DE ÓMNIBUS “MARIANO MORENO” EN LA CIUDAD DE ROSARIO.
Sandra no murió. Vive en la lucha de cada compañera que se pone de pie y se organiza para cambiar tanta desigualdad e injusticia.
Como ella misma repetía:
Hasta el final no vamos a parar
¡Sandra Cabrera Presente!